Usted recibirá anestesia general en un hospital o en consultorio como paciente ambulatorio. La mayoría de las veces, un médico llamado anestesiólogo lo pondrá a dormir y, algunas veces, una enfermera anestesista titulada cuidará de usted.
El médico le aplicará medicamento en la vena. Le pueden solicitar que inhale (respire) un gas especial a través de una máscara. Una vez que usted está dormido, el médico puede insertarle un tubo en la tráquea para ayudarlo a respirar y proteger los pulmones.
A usted lo vigilarán muy de cerca mientras esté dormido y le monitorearán la presión arterial, el pulso y la respiración. El médico o el personal de enfermería que lo cuidan pueden cambiar su nivel de profundidad del sueño durante la cirugía.
Usted no se moverá, no sentirá ningún dolor ni tendrá ningún recuerdo del procedimiento gracias a este medicamento.
La anestesia general es una manera segura de permanecer dormido y sin dolor durante procedimientos que:
Usted posiblemente también pueda tener sedación consciente durante el procedimiento, aunque, algunas veces, no es suficiente para hacerlo sentir cómodo. Los niños pueden necesitar anestesia general para un procedimiento médico o dental con el fin de manejar cualquier dolor o ansiedad que puedan sentir.
La anestesia general normalmente es segura para personas sanas. Las personas con problemas cardíacos, pulmonares o renales, los fumadores, las personas que consumen alcohol o medicamentos en exceso, al igual que aquéllas que tienen alergias o antecedentes familiares de ser alérgicas al medicamento pueden tener un riesgo más alto de sufrir problemas con la anestesia general.
Pregúntele al médico acerca de estas complicaciones:
Coméntele siempre al médico o al personal de enfermería:
Durante los días antes de la cirugía:
En el día de la cirugía:
Usted se despertará cansado y aturdido en la sala de recuperación o en el quirófano. También puede sentir náuseas, tener la boca reseca, dolor de garganta, o sentir frío o inquietud hasta que el efecto de la anestesia pase. El personal de enfermería vigilará estos efectos secundarios. Éstos irán desapareciendo, pero pueden tardar unas horas. Algunas veces, las náuseas y el vómito pueden tratarse con otros medicamentos.
Siga las recomendaciones del médico mientras se recupera y cuide su herida quirúrgica.
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