Definición: Es una infección bacteriana contagiosa en la cual la bacteria de la tuberculosis se ha diseminado de los pulmones a otras partes del cuerpo por medio de la sangre o el sistema linfático.
La infección por tuberculosis (TB) puede contraerse después de inhalar gotitas esparcidas en el aire producto de la tos o un estornudo de alguien infectado con Mycobacterium tuberculosis. Se forman pequeñas áreas de infección, llamadas granulomas en los pulmones.
El sitio usual de la tuberculosis son los pulmones, pero otros órganos pueden estar comprometidos. En los Estados Unidos, la mayoría de las personas con tuberculosis primaria mejoran y no tienen ningún signo posterior de la enfermedad. La tuberculosis diseminada se desarrolla en un pequeño número de personas infectadas cuyos sistemas inmunitarios no contienen eficazmente la infección primaria.
La enfermedad diseminada puede ocurrir al cabo de semanas después de la infección primaria. Algunas veces, no se presenta hasta años de resultar infectado. Usted es más propenso a contraer este tipo de tuberculosis si tiene un sistema inmunitario débil debido a una enfermedad (como el SIDA) o a ciertos medicamentos. Los bebés y los ancianos están en mayor riesgo.
El riesgo de contraer tuberculosis se incrementa si usted:
Recientemente, la tuberculosis se ha vuelto más común en los Estados Unidos. Esto puede deberse a un mayor número de infecciones por tuberculosis en personas con SIDA y VIH, un aumento en el número de medicamentos inmunodepresores y las crecientes cifras de personas desamparadas (sin hogar). También juega un papel el aumento de las cepas de la bacteria de la tuberculosis farmacorresistentes.
La tuberculosis diseminada puede afectar muchas áreas corporales diferentes. Los síntomas dependen de las áreas del cuerpo afectadas y pueden abarcar:
Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad:
Un examen físico puede mostrar:
Los exámenes para tuberculosis abarcan:
Esta enfermedad también puede alterar los resultados de los siguientes exámenes:
El objetivo del tratamiento es curar la infección con fármacos que combatan las bacterias de la tuberculosis. El tratamiento de la tuberculosis diseminada implica una combinación de varios fármacos (por lo regular cuatro). Todos los fármacos se continúan hasta que las pruebas de laboratorio muestran cuáles funcionan mejor.
Los fármacos que se utilizan con mayor frecuencia abarcan:
Otros fármacos que se pueden usar abarcan:
Usted posiblemente necesite tomar muchas píldoras diferentes en momentos diferentes del día durante 6 meses o más. Es muy importante que usted tome las píldoras de acuerdo con las instrucciones del médico.
Cuando las personas no toman los medicamentos para la tuberculosis según las instrucciones, la infección puede volverse mucho más difícil de tratar. Las bacterias de la tuberculosis pueden volverse resistentes al tratamiento, lo cual significa que los fármacos ya no hacen efecto.
Cuando exista la sospecha de que un paciente posiblemente no tome todo el medicamento de acuerdo con las instrucciones, es probable que un médico tenga que vigilarlo para que tome los medicamentos recetados. Este método se denomina terapia observada directamente. En este caso, los fármacos se pueden administrar 2 o 3 veces por semana, como lo recete el médico.
Usted posiblemente necesite permanecer en casa u hospitalizado durante 2 a 4 semanas para evitar la propagación de la enfermedad a otras personas hasta que ya no sea contagioso.
Al médico o al personal de enfermería se le exige por ley notificar su enfermedad de tuberculosis a la secretaría de salud local. El equipo médico se asegurará de que usted reciba la mejor atención.
La mayoría de las formas de la tuberculosis diseminada responden bien al tratamiento. El tejido afectado, como los huesos o las articulaciones, puede tener daño permanente debido a la infección.
Las complicaciones de la tuberculosis diseminada pueden abarcar:
Los medicamentos usados para tratar la tuberculosis pueden causar efectos secundarios, que incluyen problemas hepáticos. Otros efectos secundarios abarcan:
Se puede hacer un examen de la visión antes del tratamiento, de manera que el médico pueda vigilar cualquier tipo de cambios en la salud de sus ojos.
Consulte con el médico si sabe o sospecha que ha estado expuesto a la tuberculosis. Todas las formas de esta enfermedad y la exposición requieren tratamiento y evaluación oportunos.
La tuberculosis es una enfermedad que se puede prevenir, incluso en aquellos que han estado expuestos a una persona infectada. Las pruebas cutáneas para detectar tuberculosis se emplean en las poblaciones de alto riesgo o en personas que pueden haber estado expuestas a esta enfermedad, como los trabajadores de la salud.
A las personas que hayan estado expuestas a la tuberculosis se les deben hacer pruebas cutáneas inmediatamente y tener un examen de control en una fecha posterior, si el primer examen es negativo.
Una prueba cutánea positiva significa que usted ha estado en contacto con la bacteria de la tuberculosis. No significa que usted tenga la enfermedad activa o que sea contagioso. Converse con el médico respecto a cómo prevenir el contagio de tuberculosis.
El tratamiento oportuno es sumamente importante para controlar la propagación de la TB a partir de aquellos que tengan la enfermedad de tuberculosis activa hacia aquellos que nunca han estado infectados con esta enfermedad.
Algunos países con una alta incidencia de tuberculosis les aplican una vacuna a las personas (llamada vacuna BCG) para prevenir la enfermedad. Sin embargo, la efectividad de esta vacuna es polémica y no se usa rutinariamente en los Estados Unidos.
A las personas que hayan recibido la vacuna antituberculosa (BCG) igualmente se les pueden hacer pruebas cutáneas para detectar tuberculosis. Analice los resultados del examen (si es positivo) con su médico.
Tuberculosis miliar; Tuberculosis diseminada; Tuberculosis extrapulmonar
Ellner JJ. Tuberculosis. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed.Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2011:chap 332.
Fitzgerald DW, Sterling TR, Haas DW. Mycobacterium tuberculosis. In: Mandell GL, Bennett JE, Dolan R, eds. Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Churchill-Livingstone; 2009:chap 250.