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Disciplina

Definición: La frustración, la ira y algunas veces la sobreactuación son comportamientos que se observan en todos los niños. Si usted es estricto o más condescendiente, es importante que se encuentre una estrategia disciplinaria que funcione para la familia. Las siguientes pautas pueden ayudarle a moldear su método.

1) Siempre considere la edad del niño al establecer límites o castigos. Es injusto esperar más de lo que el niño puede hacer. Por ejemplo, un niño de 2 o 3 años no puede controlar el impulso de tocar las cosas. En lugar de darle instrucciones para no tocar, retire los objetos delicados de su alcance. Si usted manda a su hijo pequeño para la alcoba durante más de 5 minutos, el niño puede olvidar totalmente la razón debido a su corto período de atención. Ver: aislamiento temporal.

2) Sea claro. Un niño debe entender qué comportamiento necesita cambiar. En lugar de decirle "Tu cuarto está desarreglado" dígale qué necesita recoger o limpiar. La primera vez que usted le muestre el comportamiento que necesita cambiar, explíquele cuál será el castigo la próxima vez que esto suceda. No siga a la defensiva una vez que usted ha establecido lo que quiere.

3) Sea coherente. No cambie las reglas o los castigos al azar. Por supuesto que los castigos cambiarán a medida que el niño crezca, así que no olvide explicarle por qué las reglas cambian. Si un tutor acepta ciertos comportamientos, pero otro castiga por el mismo comportamiento, es probable que el niño resulte confundido. Con el tiempo, el niño puede aprender a poner a un adulto en contra del otro.

4) Premie el buen comportamiento. Felicite al niño respecto a un nuevo comportamiento que usted ha estado tratando de mejorar. Prémielo con más atención para los comportamientos deseados. Guarde juguetes, regalos o dinero para los cambios en los que usted y el niño han estado trabajando durante un período de tiempo más largo.

5) Sea calmado, amigable y firme. Un niño puede resultar enojado, lloroso o triste o puede iniciar una pataleta. Cuanto más controlado y calmado sea su comportamiento, más probable será que el niño aprenda los modelos de conducta según el suyo. Si usted le da palmadas o lo golpea, le está mostrando al niño que es aceptable resolver los problemas con la violencia.

RABIETAS:

Deje que sus hijos expresen sus sentimientos pero, al mismo tiempo, ensaye y ayúdelos a encauzar el enojo y la frustración alejados del comportamiento violento o agresivo. Aquí están algunas sugerencias para manejar las rabietas por mal genio.

  • Cuando observe que el niño está comenzando a exaltarse, intente desviar su atención hacia una actividad nueva.
  • Si no puede distraer al niño, entonces ignórelo. Siempre que usted reaccione ante sus explosiones de ira, premia el comportamiento negativo del niño con atención adicional. Regañarlo, castigarlo e incluso tratar de razonar con el niño puede solo motivarlo a que sobreactúe más.
  • Si está en público, simplemente retire al niño de la discusión o del alboroto y espere a que se calme antes de reanudar las actividades.

Si la rabieta involucra golpes, mordeduras u otro comportamiento perjudicial, no lo ignore. Sin embargo, no reaccione de manera exagerada. En lugar de esto, dígala al niño clara e inmediatamente que no se le va a tolerar ese comportamiento. Aléjelo del lugar durante unos pocos minutos.

Recuerde que un niño no puede entender explicaciones complicadas, así que no intente razonar con él. Aplique el castigo inmediatamente porque, si se espera demasiado para hacerlo, el niño no asociará el castigo con el comportamiento.

Nombres alternativos

Castigo; establecimiento de límites; educación de los niños