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Convulsiones febriles

Definición: Es una convulsión en un niño que se desencadena por la fiebre.

Una convulsión febril puede ser muy aterradora para cualquier padre de familia o cuidador. Sin embargo, la mayoría de las veces, no causan ningún daño y no quieren decir que el niño tenga un problema de salud prolongado y serio. 

Causas

Las convulsiones febriles ocurren con mayor frecuencia en niños por lo demás sanos entre las edades de 9 meses a 5 años.  Los niños pequeños son los más comúnmente afectados. Las convulsiones febriles a menudo son hereditarias.

La mayoría de las convulsiones febriles ocurre en las primeras 24 horas de una enfermedad y no necesariamente cuando la fiebre está en su punto más alto. Las infecciones del oído o cualquier resfriado o enfermedad viral pueden desencadenar una convulsión febril.

Síntomas

Una convulsión febril puede ser tan leve que simplemente se le volteen los ojos al niño o se le ponen rígidas las extremidades. Una convulsión febril simple se detiene por sí sola en cuestión de unos segundos hasta 10 minutos, generalmente seguidos de un período corto de somnolencia o confusión.

Las convulsiones febriles pueden empezar con una tensión (contracción) repentina de los músculos en ambos lados del cuerpo del niño:

  • El niño puede llorar o gemir.
  • La contracción muscular puede durar algunos segundos o más.
  • El niño caerá si está de pie y es posible que se orine.
  • El niño puede vomitar y morderse la lengua.
  • Algunas veces, los niños no respiran y pueden empezar a tornarse azul.
  • El cuerpo del niño puede empezar a sacudirse rítmicamente y no responderá a la voz de los padres.

Una convulsión que dure más de 15 minutos, suceda sólo en una parte del cuerpo o se repita durante la misma enfermedad no es una convulsión febril normal.

Pruebas y exámenes

El médico puede diagnosticar una convulsión febril si el niño presenta una convulsión tónico-clónica generalizada pero no tiene antecedentes de trastornos convulsivos (epilepsia). En los bebés y los niños pequeños, es importante descartar otras causas de una convulsión que se dé por primera vez, especialmente meningitis.

En una convulsión febril típica, el examen generalmente es normal, aparte de los síntomas de la enfermedad causante de la fiebre. Por lo general, el niño no necesitará todos los exámenes de estudio que se hacen en caso de una convulsión, que incluyen EEG, tomografía computarizada de la cabeza y punción lumbar (punción raquídea).

Se pueden necesitar exámenes adicionales si: 

  • El niño es menor de 9 meses o mayor de 5 años.
  • El niño tiene un trastorno cerebral, neurológico o del desarrollo.
  • La convulsión está limitada a una parte del cuerpo.
  • La convulsión duró más de 15 minutos.
  • El niño tuvo más de una convulsión febril en 24 horas.
  • El niño tiene resultados anormales al examinársele. 

Tratamiento

Durante la convulsión, deje al niño en el piso.

  • Se puede poner una cobija debajo del niño si el piso es duro.
  • Muévalo sólo si está en un lugar peligroso.
  • Quite los objetos que puedan lesionarlo.
  • Afloje cualquier prenda de vestir que le quede ajustada, especialmente alrededor del cuello. Si es posible, abra o retire la ropa de la cintura para arriba.
  • Si el niño vomita o si se le acumula saliva o mucosidad en la boca, voltéelo de lado o boca abajo. Esto es importante también si al parecer la lengua está obstaculizando la respiración.

NO intente meterle nada en la boca a la fuerza para impedir que se muerda la lengua, ya que esto aumenta el riesgo de lesiones. Tampoco intente refrenar al niño ni detener los movimientos de la convulsión.

Centre su atención en bajar la fiebre:

  • Inserte un supositorio de paracetamol (si lo tiene) dentro del recto del niño.
  • NO intente darle nada a través de la boca.
  • Ponga paños fríos en la frente y cuello y frote con una esponja el resto del cuerpo con agua tibia (no fría). El agua fría o el alcohol pueden empeorar la fiebre.
  • Después de que termine la convulsión y el niño esté despierto, suministre una dosis normal de ibuprofeno o paracetamol.

Después de la convulsión, el paso más importante es identificar la causa de la fiebre.

La meningitis causa menos del 0,1% de las convulsiones febriles. Siempre se debe tener en cuenta, especialmente en niños menores de 1 año o los que todavía lucen enfermos cuando la fiebre baja.

Expectativas (pronóstico)

La primera convulsión febril es un momento aterrador para los padres y la mayoría de ellos tiene miedo de que su hijo muera o sufra daño cerebral. Sin embargo, las convulsiones febriles simples son inofensivas y no existe evidencia de que causen muerte, lesiones cerebrales, epilepsia, una disminución del CI o problemas de aprendizaje.

La mayoría de los niños superan las convulsiones febriles hacia la edad de 5 años.

Algunos niños tienen más de tres convulsiones febriles en su vida. El número de estas convulsiones no está relacionado con el riesgo futuro de epilepsia.

Los niños que irían a desarrollar epilepsia de todas maneras algunas veces tendrán sus primeras convulsiones durante fiebres. Estos ataques con mucha frecuencia no aparecen como una convulsión febril típica.

Cuándo contactar a un profesional médico

Los niños deben ser vistos por un médico tan pronto como sea posible después de su primera convulsión febril.

Si la convulsión está durando varios minutos, llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) para que una ambulancia lleve al niño al hospital.

Si la convulsión termina rápidamente, lleve al niño a la sala de urgencias apenas termine el episodio.

Lleve al niño al médico si se presentan convulsiones repetitivas durante la misma enfermedad o si parece que es un nuevo tipo de convulsión para su hijo.

Llame o acuda al médico si se presentan otros síntomas antes o después de la convulsión, como:

Es normal que los niños duerman o sientan somnolencia o confusión breve inmediatamente después de una convulsión.

Nombres alternativos

Convulsión inducida por fiebre

Referencias

Mikati MA. Febrile seizures.In: Kliegman RM,Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds.Nelson Textbook of Pediatrics.19th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 586.1.