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Recolección de líquido cefalorraquídeo (LCR)

Definición: Es un examen para evaluar el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal.

El líquido cefalorraquídeo, que normalmente es transparente, actúa como un amortiguador, protegiendo el cerebro y la columna de una lesión. El examen también se utiliza para medir la presión en dicho líquido.

Ver también: cultivo de LCR.

Forma en que se realiza el examen

Existen diferentes formas de obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo. Una punción lumbar, comúnmente llamada punción raquídea, es el método más común. El examen generalmente se realiza así:

  • El paciente se acuesta de lado con las rodillas encogidas hacia el abdomen y la barbilla pegada al tórax. Algunas veces, este procedimiento se realiza con la persona sentada, pero doblada hacia adelante.
  • Después de limpiar la espalda, el médico inyectará anestésico local en la región lumbar.
  • Se introduce una aguja espinal, generalmente en el área lumbar.
  • Una vez que se ha ubicado la aguja adecuadamente, se mide la presión del líquido cefalorraquídeo y se recoge la muestra.
  • Luego, se retira la aguja, se limpia el área y se aplica un vendaje sobre el sitio. Con frecuencia, se le pide a la persona permanecer acostada por un corto período de tiempo después del examen.

Ocasionalmente, se utilizan rayos X especiales para ayudar a guiar la aguja hasta la posición apropiada, lo cual se denomina fluoroscopia.

La punción lumbar con recolección de líquido puede ser también una parte de otros procedimientos, particularmente de una mielografía (radiografía o tomografía computarizada después de que se ha introducido el medio de contraste en el LCR).

Los métodos alternativos para obtener el LCR rara vez se utilizan, pero pueden ser necesarios si la persona tiene una deformidad o infección en la espalda.

La punción cisternal o suboccipital implica colocar una aguja debajo del hueso occipital (parte posterior del cráneo). Esto puede ser peligroso porque está muy cerca del tronco encefálico. Siempre se realiza con una fluoroscopia.

La punción ventricular es aún menos común, pero se puede recomendar en personas con posible hernia cerebral. Este examen se realiza generalmente en el quirófano. Se perfora un orificio en el cráneo y se introduce una aguja directamente en uno de los ventrículos del cerebro.

El LCR también se puede recoger de una sonda que ya esté puesta allí, como una derivación o un drenaje ventricular. Estos tipos de sondas generalmente se colocan en la unidad de cuidados intensivos.

Preparación para el examen

El paciente (o tutor) debe darle la autorización al equipo médico para realizar este examen.

Después de esto, usted debe planear un descanso por algunas horas, incluso si se siente bien. No le exigirán que se acueste de espaldas todo el tiempo, pero se aconseja descansar para prevenir escape adicional de LCR alrededor del sitio de la punción.

Lo que se siente durante el examen

El examen generalmente se hace estando usted acurrucado de lado con las rodillas encogidas hacia arriba y la barbilla contra el pecho. Algunas veces, el LCR se recoge con la persona sentada y agachada hacia adelante sobre una mesa o silla. Mantener la posición puede ser incómodo, pero es extremadamente importante que permanezca en esta posición inclinada para evitar mover la aguja y posiblemente lesionar la médula espinal. La persona que realiza el examen puede solicitarle que se estire un poco después de que la aguja esté en su lugar, con el fin de medir con precisión la presión del líquido cefalorraquídeo, llamada "presión de apertura".

El anestésico puede arder o picar apenas se inyecta. Cuando se inserta la aguja, habrá una sensación de presión fuerte y generalmente se presenta un dolor breve cuando la aguja atraviesa el tejido que rodea la médula espinal. Este dolor debe desaparecer en pocos segundos.

En general, el malestar oscila de mínimo a moderado. El procedimiento completo generalmente tarda alrededor de 30 minutos, pero puede tomar más tiempo. Las mediciones de la presión real y la recolección de líquido sólo toman unos pocos minutos.

Razones por las que se realiza el examen

Este examen se hace para medir las presiones en el líquido cefalorraquídeo y para recoger una muestra de éste con el fin de realizar pruebas adicionales. El análisis del LCR se puede utilizar para diagnosticar ciertos trastornos neurológicos, particularmente infecciones (como meningitis) y daño cerebral o daño a la médula espinal.

Ver también:

Valores normales

Los valores normales normalmente fluctúan de la siguiente manera:

Nota: mg/mL = miligramos por mililitro; mEq/L = miliequivalente por litro

Nota: los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Hable con el médico acerca del significado de los resultados específicos de su examen.

Los ejemplos anteriores muestran las mediciones comunes para los resultados de estas pruebas. Algunos laboratorios usan diferentes medidas o podrían evaluar diferentes muestras.

Significado de los resultados anormales

Si el LCR luce turbio, eso podría significar que hay una infección o una acumulación de glóbulos blancos o proteína.

Si el LCR luce sanguinolento o rojo, puede ser un signo de sangrado u obstrucción de la médula espinal. Si es marrón, naranja o amarillo, puede ser un signo de aumento de la proteína en el LCR o un sangrado previo (hace más de 3 días). Ocasionalmente, puede haber sangre en la muestra proveniente de la punción raquídea en sí, lo cual hace más difícil la interpretación de los resultados del examen.

PRESIÓN DEL LCR:

PROTEÍNA EN EL LCR:

  • El aumento de la proteína en el LCR puede deberse a sangre en dicho líquido, diabetes, polineuritis, tumores, lesión o cualquier afección inflamatoria o infecciosa.
  • La disminución de la proteína es un signo de producción rápida de LCR.

GLUCOSA EN EL LCR:

  • El aumento de la glucosa es un signo de azúcar elevado en la sangre.
  • La disminución de la glucosa puede deberse a hipoglucemia (azúcar bajo en la sangre), infección bacteriana o micótica (como meningitis), tuberculosis o ciertos tipos de meningitis.

CÉLULAS SANGUÍNEAS EN EL LCR:

  • El aumento de los glóbulos blancos en el LCR puede ser un signo de meningitis, infección aguda, inicio de una enfermedad crónica, tumor, absceso, accidente cerebrovascular, enfermedad desmielinizante (como la esclerosis múltiple).
  • La presencia de glóbulos rojos en la muestra de LCR puede ser un signo de sangrado en dicho líquido o el resultado de una punción lumbar traumática.

OTROS RESULTADOS EN EL LCR:

Otras afecciones bajo las cuales se puede realizar el examen son:

Riesgos

Los riesgos de la punción lumbar son, entre otros:

  • Sangrado en el conducto raquídeo
  • Molestia durante el examen
  • Dolor de cabeza después del examen
  • Reacción de hipersensibilidad (reacción alérgica) al anestésico
  • Infección introducida por la aguja al penetrar la piel

Existe un aumento del riesgo de sangrado en personas que toman anticoagulantes.

Se puede presentar una hernia cerebral si este examen se realiza en una persona con una masa en el cerebro (como un tumor o un absceso). Esto puede ocasionar daño cerebral o muerte. Este examen no se hace si otro examen o prueba revelan signos de una masa cerebral.

Puede ocurrir un daño a los nervios en la médula espinal, particularmente si la persona se mueve durante el examen.

La punción cisternal o la punción ventricular conllevan riesgos adicionales de daño al cerebro o a la médula espinal y sangrado dentro del cerebro.

Consideraciones

Este examen es particularmente peligroso para personas con:

  • Un tumor en la parte posterior del cerebro que esté ejerciendo presión sobre el tronco encefálico.
  • Problemas de coagulación sanguínea.
  • Trombocitopenia.

Nombres alternativos

Punción cisternal; Cultivo de líquido cefalorraquídeo; Punción lumbar; Punción raquídea; Punción ventricular

Referencias

Griggs RC, Jozefowicz RF, Aminoff MJ. Approach to the patient with neurologic disease. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier. 2007: chap 418.

Rosenberg GA. Brain edema and disorders of cerebrospinal fluid circulation. In: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J, eds. Bradley: Neurology in Clinical Practice. 5th ed. Philadelphia, Pa: Butterworth-Heinemann Elsevier; 2008:chap 63.