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Derivación de arterias periféricas en la pierna

Definición: Es la cirugía para redireccionar el suministro de sangre alrededor de una arteria bloqueada en una de las piernas. Las arterias periféricas pueden resultar bloqueadas con material graso que se acumula en su interior, lo cual se denomina ateroesclerosis.

Ver también:

Descripción

La cirugía de derivación de arterias periféricas puede hacerse en una o más de estas arterias para tratar una obstrucción:

  • La aorta: la arteria principal que viene del corazón.
  • La arteria iliaca: en la cadera.
  • La arteria femoral: en el muslo.
  • La arteria poplítea: detrás de la rodilla.
  • La arteria tibial y peronea: en la parte inferior de la pierna.
  • La arteria axilar: de la axila.

Durante la cirugía de derivación de cualquier arteria:

  • Usted recibirá medicamento (anestesia) para que no sienta dolor. El tipo de anestesia que reciba dependerá de la arteria que se esté tratando.
  • El cirujano hará un corte por encima del área bloqueada de la arteria y luego apartará la piel, el músculo y otros tejidos.
  • El cirujano colocará pinzas en la arteria en cada extremo de la sección bloqueada y luego usará un injerto para reemplazar o eludir la parte bloqueada de dicha arteria. El injerto puede ser un tubo plástico o puede ser un vaso sanguíneo tomado del cuerpo (generalmente la pierna opuesta) durante la misma cirugía.
  • Después de suturar el injerto en su lugar, el cirujano verificará que el flujo sanguíneo a la parte inferior de la pierna sea bueno. Luego, se cerrará la incisión. El cirujano puede tomar una radiografía llamada arteriografía para verificar que el injerto esté funcionando.

Si a usted le están realizando una cirugía de derivación aortoiliaca (para tratar las arterias aorta e iliaca) o aortobifemoral (para tratar la aorta y ambas arterias femorales):

  • Probablemente le colocarán anestesia general, con lo cual estará inconsciente y no podrá sentir dolor, o también le pueden aplicar anestesia raquídea o epidural. El médico le inyectará un medicamento en la columna vertebral para insensibilizarlo de la cintura para abajo.
  • El cirujano hará una incisión quirúrgica en la parte media del abdomen para llegar a las arterias aorta e ílíaca.

Si le están practicando una cirugía de derivación femoropoplítea (para tratar la parte inferior de la pierna):

  • Le pueden colocar anestesia general, con lo cual estará inconsciente y no podrá sentir dolor. En lugar de ésta, también le pueden aplicar anestesia raquídea o epidural. El médico le inyectará un medicamento en la columna vertebral para insensibilizarlo de la cintura para abajo. A algunas personas les ponen anestesia local y un medicamento para relajarlas. La anestesia local insensibiliza sólo el área en donde se está trabajando.
  • El cirujano hará un corte en la pierna entre la ingle y la rodilla, cerca del bloqueo en la arteria.

Por qué se realiza el procedimiento

Los síntomas de una arteria periférica bloqueada son dolor, molimiento o pesadez en la pierna que empieza o empeora cuando usted camina.

Usted tal vez no necesite la cirugía de derivación si estos problemas sólo suceden cuando usted camina y luego desaparecen cuando descansa. Asimismo, posiblemente no necesite esta cirugía si todavía puede realizar la mayoría de sus actividades cotidianas. El médico puede ensayar primero con medicamentos y otros tratamientos.

Las razones para realizar una cirugía de derivación arterial de la pierna son:

  • Los síntomas le impiden realizar sus tareas cotidianas.
  • Los síntomas no mejoran con otro tratamiento.
  • Usted tiene úlceras cutáneas (llagas) o heridas en la pierna que no sanan.
  • Tiene una infección o gangrena en la pierna.
  • Tiene dolor en la pierna a raíz del estrechamiento de las arterias incluso cuando está descansando o en la noche.

Antes de contemplar la posibilidad de la cirugía, el médico ordenará exámenes especiales para mostrar que usted tiene un bloqueo grave en los vasos sanguíneos.

Riesgos

Los riesgos de cualquier anestesia son:

Los riesgos de cualquier cirugía son:

Los riesgos de esta cirugía son:

  • La derivación (bypass) no funciona.
  • Daño a un nervio que causa dolor o entumecimiento en la pierna.
  • Daño a órganos cercanos en el cuerpo.
  • Daño al intestino durante la cirugía aórtica.
  • Sangrado excesivo.
  • Infección en la incisión quirúrgica.
  • Lesión a nervios cercanos.
  • Problemas sexuales ocasionados por el daño a un nervio durante una cirugía de derivación aortoilíaca o aortofemoral.
  • La incisión quirúrgica se abre.
  • Usted necesita que le hagan una segunda cirugía de derivación o una amputación de la pierna.

Antes del procedimiento

El médico llevará a cabo una evaluación física completa y varios exámenes.

  • La mayoría de las personas que tienen una derivación de arterias periféricas necesitan primero un chequeo del corazón y los pulmones.
  • Si usted tiene diabetes, será necesario que lo vea el médico que le trata esta enfermedad.

Coméntele siempre al médico o al personal de enfermería qué fármacos está tomando, incluso medicamentos, suplementos o hierbas que haya comprado sin una receta.

Durante las dos semanas antes de la cirugía:

  • Le pueden solicitar que deje de tomar fármacos que dificultan la coagulación de la sangre. Ellos abarcan ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno (Advil y Motrin), clopidogrel (Plavix), warfarina (Coumadin), naproxeno (Aleve y Naprosyn) y otros fármacos similares.
  • Pregúntele al médico qué fármacos debe tomar aun el día de la cirugía.
  • Si usted fuma, debe suspenderlo. Pídale ayuda al médico o al personal de enfermería.
  • Siempre hágale saber al médico si tiene un resfriado, gripe, fiebre, brote de herpes o cualquiera otra enfermedad que usted pueda tener antes de la cirugía.

NO coma ni beba nada después de media noche el día antes de la cirugía, ni siquiera agua.

En el día de la cirugía:

  • Tome los fármacos que el médico le recomendó con un pequeño sorbo de agua.
  • El médico o el personal de enfermería le dirán a qué hora debe llegar al hospital.

Después del procedimiento

Inmediatamente después de la cirugía, usted irá a la sala de recuperación, donde el personal de enfermería lo vigilará atentamente. Después de eso, irá ya sea a la unidad de cuidados intensivos (UCI) o a un cuarto regular del hospital.

  • Después de la derivación aortoiliaca o aortofemoral, posiblemente necesite estar 1 o 2 días en la cama. Probablemente estará en el hospital durante 4 a 7 días.
  • Después de la derivación femoropoplítea, pasará menos tiempo en la UCI o definitivamente no tendrá que ir allí.

Cuando el médico lo autorice, se le permitirá bajarse de la cama. Usted aumentará lentamente la distancia que camina. Cuando esté sentado en una silla, mantenga las piernas elevadas sobre un taburete u otra silla.

El médico y el personal de enfermería verificarán su pulso con regularidad después de la cirugía. La frecuencia del pulso mostrará si el nuevo injerto de derivación está funcionando bien. Mientras esté en el hospital, coméntele inmediatamente al personal de enfermería o al médico si la pierna que fue operada la siente fría, luce pálida o rosada, la siente insensibilizada o si tiene cualquier otro nuevo síntoma.

En caso de necesidad, le darán analgésicos.

Pronóstico

La cirugía de derivación mejora el flujo sanguíneo en las arterias para la mayoría de las personas y tal vez usted ya no vuelva a tener síntomas, ni siquiera cuando camine. Si todavía tiene síntomas, debe ser capaz de caminar mucho más lejos antes de que éstos empiecen.

Los resultados dependerán de dónde estaba el bloqueo, el tamaño del vaso sanguíneo y si usted tiene una obstrucción en otras arterias.

Nombres alternativos

Derivación (bypass) aortobifemoral; Derivación femoro-poplítea; Derivación aortobifemoral; Derivación axilobifemoral; Derivación iliobifemoral; Derivación femoro-femoral; Derivación distal de la pierna

Referencias

Creager MA and Libby P. Peripheral arterial disease. In: Libby P, Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, eds. Libby: Braunwald's Heart Disease: A Textbook of Cardiovascular Medicine. 8th ed. Saunders; 2007:chap 57.

Eisenhauer AC, White CJ. Endovascular treatment of noncoronary obstructive vascular disease. In: Libby P, Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, eds. Braunwald's Heart Disease: A Textbook of Cardiovascular Medicine. 8th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 59.