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Espondilosis cervical

Definición: Es un trastorno en el cual hay un desgaste anormal en el cartílago y los huesos del cuello (vértebras cervicales). Es una causa común de dolor cervical crónico.

Ver también:

Causas

La espondilosis cervical es causada por el desgaste crónico de la columna cervical. Esto incluye los discos o amortiguadores entre las vértebras del cuello y las articulaciones entre los huesos de la columna cervical. Pueden presentarse crecimientos anormales o "espolones" en los huesos de la columna (vértebras).

Estos cambios pueden, con el tiempo, causar presión sobre (comprimir) una o más de las raíces de los nervios. En casos avanzados, la médula espinal resulta comprometida. Esto puede afectar no sólo los brazos sino también las piernas.

El desgaste y desgarre diarios pueden iniciar estos cambios. Las personas que son muy activas en el trabajo o en los deportes pueden ser más propensas a padecerlos

El factor de riesgo más importante es el envejecimiento. A los 60 años, la mayoría de las mujeres y los hombres muestran signos de espondilosis cervical en las radiografías. Otros factores que pueden hacer a una persona más propensa a desarrollar espondilosis son:

Síntomas

Los síntomas a menudo se desarrollan de manera lenta con el tiempo, pero pueden comenzar o empeorar súbitamente. El dolor puede ser leve o puede ser profundo y tan intenso que usted no puede moverse.

Usted puede sentir dolor por encima del omóplato o éste se puede irradiar al brazo, al antebrazo o (en muy pocas ocasiones) a los dedos.

El dolor puede empeorar:

  • Después de pararse o sentarse.
  • Por la noche.
  • Cuando estornuda, tose o se ríe.
  • Cuando dobla el cuello hacia atrás o camina más de unas pocas yardas.

Usted también puede tener debilidad en ciertos músculos. Algunas veces, tal vez no lo note hasta que su médico lo examine. En otros casos, notará que tiene dificultad para alzar su brazo, apretar fuertemente con una de sus manos u otros problemas.

Otros síntomas comunes son:

Los síntomas menos comunes son:

Pruebas y exámenes

Un examen puede mostrar que usted tiene dificultad para mover la cabeza hacia el hombro y rotarla.

El médico puede pedirle que flexione su cabeza hacia adelante y hacia los lados mientras ejerce presión suave hacia abajo en la parte superior de su cabeza. El aumento del dolor o del entumecimiento durante este examen por lo regular es un signo de que hay presión sobre un nervio en su columna vertebral.

La debilidad o la pérdida de sensibilidad pueden ser signos de daño a ciertas raíces nerviosas o a la médula espinal. Con frecuencia los reflejos se reducen.

EXÁMENES DE DIAGNÓSTICO

Se puede hacer una radiografía del cuello o de la columna para buscar artritis u otros cambios en esta última.

La resonancia magnética del cuello se hace cuando usted tiene:

  • Dolor intenso en el brazo o el cuello que no mejora con tratamiento.
  • Debilidad o entumecimiento en brazos o manos.

Se pueden hacer una EMG (electromiografía) y pruebas de la velocidad de conducción nerviosa para examinar el funcionamiento de las raíces nerviosas.

Tratamiento

Incluso si el dolor cervical no desaparece por completo o se vuelve a veces más doloroso, el hecho de aprender a cuidar de su espalda en casa y prevenir episodios repetitivos de su dolor de espalda puede ayudarle a evitar la cirugía.

El médico y otros profesionales de la salud pueden ayudarle a manejar su dolor y mantenerlo lo más activo posible.

  • El médico puede remitirlo a fisioterapia. El fisioterapeuta le ayudará a reducir el dolor utilizando estiramientos y le mostrará cómo hacer ejercicios que fortalezcan los músculos del cuello.
  • Usted también puede ver a un terapeuta y masajista, alguien que realice acupuntura o alguien que lleve a cabo manipulación de la columna (quiropráctico, médico osteópata o fisioterapeuta). Algunas veces, unas pocas visitas ayudarán con el dolor del cuello.
  • Las compresas frías y la terapia con calor pueden ayudar con su dolor durante las reagudizaciones.

Un tipo de psicoterapia, llamada terapia conductual cognitiva, puede servir si el dolor está teniendo un impacto serio en su vida. Esta técnica le ayuda a entender mejor su dolor y le enseña cómo manejarlo.

Muchos medicamentos diferentes pueden ayudar con su dolor de espalda.

  • Antinflamatorios no esteroides (AINES), tales como ácido acetilsalicílico (aspirin), naproxeno sódico (Aleve) e ibuprofeno (Advil), pueden ayudar con el dolor. Siempre hable con su médico si necesita tomar estos fármacos todos los días. Los efectos secundarios pueden abarcar úlceras o sangrado del estómago y daño renal o hepático.
  • Las dosis bajas de medicamentos que requieren receta empleados para tratar las convulsiones (llamados anticonvulsivos) o la depresión (antidepresivos) pueden ayudar a algunos pacientes cuyo dolor de espalda crónico les ha dificultado trabajar o interfiere con las actividades diarias.
  • El médico puede darle analgésicos llamados narcóticos u opiáceos para que los use cuando el dolor es muy intenso. Estos medicamentos se emplean en muy pocas ocasiones, si acaso alguna vez, para tratar el dolor de cuello diariamente.

Ver también: medicamentos para el dolor crónico.

Si el dolor no responde a estos tratamientos o usted tiene una pérdida del movimiento o de la sensibilidad, se contempla la posibilidad de la cirugía. La cirugía se hace para aliviar la presión en los nervios o la médula espinal.

Ver también:

Pronóstico

La mayoría de los pacientes con espondilosis cervical tendrán algunos síntomas prolongados. Sin embargo, responden a tratamientos no quirúrgicos y no necesitan cirugía.

Posibles complicaciones

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si:

  • La afección empeora.
  • Hay signos de complicaciones.
  • Presenta nuevos síntomas, como pérdida del movimiento o de la sensibilidad en un área del cuerpo.
  • Pierde el control de esfínteres (llame de inmediato).

Nombres alternativos

Osteoartritis cervical; Artritis del cuello; Artritis cervical; Dolor cervical crónico

Referencias

Rosenbaum RB, Ciaverella DP. Disorders of bones, joints, ligaments, and meninges. In: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J, eds. Neurology in Clinical Practice. 5th ed. Philadelphia, Pa: Butterworth-Heinemann; 2008:chap 77.

Cohen I, Jouve C. Cervical radiculopathy. In: Frontera WR, Silver JK, Rizzo TD Jr, eds. Essentials of Physical Medicine and Rehabilitation. 2nd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2008:chap 4.

Devereaux M. Neck pain. Med Clin North Am. 2009;93:273-284.